Siempre hay que valorarse por sí mismo, no debes de permitir que nadie te pise o que pare tus pies, porque entonces así, acabarás mal. Dale envidia al mundo de tu felicidad, sonriendo de oreja a oreja y mostrando que eres fuerte, capaz de superar cada uno de tus problemas.

Porque nadie puede negar que no es fuerte, toda persona tiene ese lado, más descubierto que otros, pero todo el mundo lo tiene.  ¡Alegra esa cara! ¿A qué no te gustaría que tus amigos estuvieran así por ti? Pues ya sabes, lo que da más vida, es poder hacer feliz a la gente, y entonces tú, te sentirás bien. ¿Por qué ser como la gente quiere que seas cuando puedes ser lo que más desees en el mundo? Es tu modo de libertad, debes de pasar de lo que pueda opinar la gente, porque en ciertos modos, solamente critican los que no pueden tener propia personalidad como tú. Si la vida te da patadas, ¡devuélveselas! Nunca se debe de dejar querer vivir, porque siempre detrás de un problema, puedes encontrar a alguien perfecto, con el que nunca habías caído, y entonces, no estarás ya tan molesto de haberlo tenido, porque si no hubiera sido por aquello, no le conocerías, y seguramente hubieras perdido un tesoro de tu vida.